
Nosotros, como seres humanos, formamos parte de una simbiosis con la naturaleza y por ende, estamos regidos por sus mismas leyes.
Así pues, todo aquello que deseamos a los demás es lo que va a venir hacia nosotros también. Cuando reconocemos al otro como un ser perfecto en su propia individualidad y le honramos dentro de esas características estamos viéndonos reflejados en ello.

Si por el contrario, menosprecias, eriges una barrera ante otros que podrían haberse convertido en tus aliados ya que, al considerar débiles a los demás estas atrayendo para ti ese mismo tipo de energía.
Las coincidencias no existen, cuando trabajamos en armonía comienzan a aparecer, pero realmente son expresiones de una colaboración más grande que nos permite seguir expresando la bondad y la empatía.
Ese sentimiento en el que nos sentimos a gusto ofreciendo energía, ayuda, apoyo y bienestar a otras personas haciendo de la frase «en la unión está la fuerza” una realidad y, creando círculos de confianza mutua donde la creación está servida.
Es importante revisar lo que transmites y para ello aquí tienes 5 sugerencias que poner en práctica cuanto antes.
- Crea relaciones divinas: si deseas algo, primero deséalo para los demás.
- Ante una cuestión moral: pregúntate qué haría tu Mesías.
- Deja de criticar: ten pensamientos de compasión, que no es compadecerse de nada ni de nadie sino bendecir.
- Envía buena vibra para que el otro consiga lo que quiere.
- Practica las 7 caras de la intención para que puedas influir energéticamente en mas de 90.000 personas a tu alrededor.
El tiempo es una ilusión
A veces nos cuesta caer en cuenta que el pasado no existe y que el futuro desconocemos si va a existir y nos aferramos a ilusiones de posibles sucesos que no se pueden cambiar o que ni siquiera han sucedido.
Te reto a algo para poner este pensamiento en evidencia:
¿Te atreverías a escribir tus últimas palabras?
¿Por qué no?
Nos da miedo pensar en lo que pueda pasar, en no estar, en dejar de existir.

Es momento de ser humildes, entregar con generosidad y vivir en estado de gratitud perenne. Agradecer todas las cosas, todos los sentimientos, todas las experiencias crea magnetismo para que te siga sucediendo más de lo mismo.
Además, te permite soñar noche y día con lo que tienes intención de ser y hacer.
Evita que sientas tantas dudas y que la pasión por lo que haces se refleje en el brillo de tus ojos.
Te va a ayudar a ser huésped de Dios y no rehén de tu ego que solo atiende a los logros, te hace dudar y rechazar lo que existe cuando deberías sentir respeto por quien eres, considerarte siempre digno y merecedor de todo cuanto llega a tus manos.
“Por cada acto de maldad en el mundo hay un millón de bondad”
Respétate a ti mismo.
Es la propia opinión que tenemos sobre nosotros mismos la que nos lleva a la censura, a la hostilidad y a la ansiedad y nunca es la opinión que tienen los demás si no la que permitimos que nos afecte.
En lugar de juzgarte deberías perdonarte en silencio.
10 maneras de cultivar el respeto a ti mismo
- Colócate ante un espejo y di con orgullo “me quiero” no soy superior.
- Soy tan sano y perfecto como mi creador, no soy mi cuerpo, ni logros, ni lo que he acumulado en bienes materiales.
- Prodiga más respeto por los demás y a la vida, deja de buscar, valora y ama,
- Soy de aquí, no es casualidad, estoy donde debo estar, ocupo un espacio único.
- Nunca estás solo.
- Respeta a tu cuerpo, escúchalo y trátalo con dignidad.
- Medita, usa la técnica de japa.
- Da las gracias a tus adversarios, convierte el aire en bondad.
- Las opiniones de otros no son hechos, si me respeto, confío en mí, no dudo.
- Agradece y aprecia.

Deja una respuesta