No todas las historias de amor tienen finales felices, pero el amor siempre puede ser el desenlace cuando nuestra alma se ha dedicado a vivirlo con intensidad y desde siempre.
Esta es una historia llena de altos y bajos, de idas y venidas, de recorridos que fueron hechos, siempre, con ilusión, con la expectativa de conseguir un sueño de llegar a un destino mejor.
Nos demuestra que la felicidad está en el camino, en las personas que te cruzas, en los obstáculos que evitas y en los aprendizajes que adquieres.
Caminos enredados, cruzados y pisados por una mujer llena de ganas que tuvo la suerte de tener siempre una razón por la que luchar.
Una mujer valiente que con el firme deseo de estar cerca de los suyos se lanza a una nueva aventura transatlántica pasados sus 50 años para encontrar un espacio donde poder construir la vida que siempre tuvo.
Espero que te motive si estás pensando en migrar.