
El lenguaje es algo que implica mucho más que trasmitir información de una persona a otra.
Las palabras sanan, especie de bálsamo para quienes las dicen pero también para quienes las reciben.
Las historias son más importantes de lo que podemos pensar, lo que se cuenta se conecta profundamente con las emociones.
Las historias que se dibujan en la mente con sus indicios en el tiempo, sus encuentros, reencuentros o desencuentros, cada uno velado por la nostalgia o la esperanza, la tristeza o la alegría pero nunca sin un sentir. Pasado, presente y futuro se narran constantemente, contar da, muchas veces, la posibilidad de reflexionar y de ver desde otra perspectiva la vida misma.