Podemos pensar que nuestro lenguaje corporal es universal, pero nada más lejos de la realidad, sólo algunas expresiones de nuestro rostro que corresponden a las emociones básicas (alegría, tristeza, ira, miedo, asco, sorpresa y desprecio) son universales y, aun así, en innumerables casos tienen una variante que podríamos llamar cultural ya que depende del país donde nos encontremos.

La comunicación es cultural y lo demuestran miles de malos entendidos o problemas que pueden aparecen entre dos personas a causa del desconocimiento o de la falsa creencia que bastan los gestos para comunicarnos con todo el mundo.
Por ejemplo el afirmar o negar algo con un gesto, deberíamos saber que para muchas culturas el no se traduce en un gesto de mover la cabeza de arriba a abajo, en países como Bulgaria, India, Pakistán y Turquía.
En China, Japón y Vietnam es conveniente ofrecer, tomar y recibir objetos con ambas manos para demostrar consideración, gratitud, y valoración. Contrariamente al uso de estos países podemos citar, los países musulmanes donde se debe recibir un objeto/obsequio con la mano derecha; ya que la izquierda está reservada, por tradición, a la higiene íntima.

Mostrar la palma de la mano con los dedos separados tal y como lo hacemos aquí como saludo, o para indicar el número cinco a una persona de Grecia (también en regiones de África y Pakistán) es un insulto muy grave, más aún si se hace con las dos manos y muy cerca de la cara del interlocutor.
En India debemos señalar con la barbilla, ya que hacerlo con el dedo índice, como acostumbramos, es un insulto bastante grave.
En Tailandia, China y en otros países debemos abstenernos de acariciar la cabeza de un niño, para los budistas, la cabeza es la parte del cuerpo más elevada, donde vive el espíritu, por tanto, es ofensivo y descortés tocar esta zona.
Quizás muchas veces sería mejor esforzarnos para hablar y no pensar que con un simple gesto podemos comunicarlo todo.