La educación que hemos recibido nos ha llevado a asumir un rol que nos encanta, pero que debemos examinar con detenimiento para no caer en la trampa de olvidarnos de nosotros mismos y acabar quedándonos sin reservas.
La línea de nuestro propio tiempo nos revela muchas habilidades propias, obstáculos superados, proyectos inacabados que debemos tomar en consideración y retomar cuanto antes.